Octubre es un mes para tomar conciencia y actuar. Recordamos la afectación por la incidencia del cáncer, particularmente por el cáncer de mama; y por eso nos vestimos de rosa, apoyamos la detección temprana y de esa forma nos cuidamos y rendimos homenaje a todas las guerreras que perdieron la batalla.
En nuestro país, según datos de la Fundación Dra. Anna Gabriela Ross, este año se proyectan alrededor de 1,300 nuevos casos de cáncer de seno. Mucho se hace por recordar que la prevención es indiscutible y que ahora diversas organizaciones promueven y facilitan los exámenes periódicos. Y aunque es cierto que pueden existir personas que por su condición no tengan la información necesaria, en general, es más el temor o la falta de decisión para proceder permanentemente con el chequeo, lo que más afecta la incidencia y la gravedad del padecimiento.
Vivir el cáncer en la familia cambia por completo la perspectiva, porque la congoja y la angustia que se experimenta no se conoció antes. Nunca nadie vuelve a ser la persona que era, ni las enfermas que sobreviven, ni quienes las acompañan en esa dolorosa travesía.
Para aprender con su muy reciente testimonio de vida, conversamos con Nuria Marín Raventós, abogada, relacionista internacional, madre, esposa y ciudadana, este miércoles 19 de octubre en el marco del Día Internacional del Cáncer de Mama en Hablando Claro.o Claro.
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